No solo de pan vive el hombre, también de internet

Quizá nunca como ahora, la movilidad centimétrica de los dedos, pudo llevar tan lejos y tan pronto con una variedad de destinos probablemente infinita.

La danza digital de las manos en el teléfono o la computadora, transporta por el mundo en aras de imágenes en foto y video, palabras escritas y habladas, además de cualquier cantidad de sonidos, incluida, desde luego, la música.

Internet, cuenta tres grandes momentos en su aun incipiente trayecto por la humanidad, primero como herramienta de ejercicio militar, posteriormente, artilugio del ámbito universitario y al final, tras un generoso empujón del ex presidente Bill Clinton, se ha convertido en instrumento cotidiano de la mayoría.

Es decir, su historial acusa un destino vacilante que va de las armas, al intelecto y finalmente al uso cotidiano.

¿Qué características tiene este concepto tecnológico para devenir de elemento de élite a un mecanismo doméstico.?

Al Gore, algúna vez vicepresidente de Estados Unidos, se le asocia al bautizo de esa tecnología como la supercarretera de la información.

Por cierto, corta de alcance, la dimensión de sus visualizaciones, cuando él ubicó un desplazamiento ágil por un camino convencional, aquel invento ya volaba sin la necesidad de una vía.

Poco se ha dicho o quizá la mención permanezca en la penumbra de estudios especializados, difundidos entre las páginas intactas de los archivos académicos, acerca de lo que esta tecnología tuvo a favor desde su origen.

Facilita comunicar.

El máximo logro del invento de inventos, es evidenciar a la comunicación como una necesidad que satisface otras y fundamentalmente una, tan presente como intangible, imperceptible e indispensable, la necesidad que tenemos todos de corroborar que somos y estamos.

Si a un humano le impusieran el aislamiento, aun con agua y comida pero sin comunicación, su destino inevitable sería la pérdida de la razón, nunca antes, los términos encontraron con mayor exactitud su aplicación, perdería el sentido, pasaría a la locura.

El humano requiere a los otros para situarse: Quien es y donde está. Necesita a los otros para no perder la razón y los otros son, solo si hay comunicación.

La tecnología sin decirlo garantiza que aun distante e invisible, podemos percibir del otro, vida y en su vida, el reflejo de la de nosotros.

No es tan simple la existencia de internet entre nosotros, cada vez lo necesitaremos más.

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Autor: Miguel de la Cruz

Miguel de la Cruz, el único periodista de cultura con una trayectoria de más de 30 años en televisión. Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana y colaborador de Canal Once desde diciembre de 1989 hasta la fecha. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán y la plataforma de periodistas culturales Manos libres en el marco de la Filey y el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez que entrega la Universidad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad.

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4 Comentarios

  1. Don Miguel, siempre es y será un gusto escucharlo o leerlo en sus diferentes plataformas de comunicación.

    En estos días de mucha incertidumbre, es indiscutible estar comunicados, y gracias al invento del Internet, hoy en día debería ser considerado primero para uso cotidiano y sano para acercar a amigos y familiares a la par con el uso intelectual o cultural, que permita unir a las naciones y evitar al máximo para las armas.

    Un gran abrazo a la distancia…

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  2. La comunicación a distancia mediante internet tenía ya una presencia relevante, pero ahora con la pandemia se ha hecho imprescindible.

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