HAY PIGLIA PARA RATO

La estrepitosa proliferación de datos en internet, quizá podría semejar los granos de arena de un desierto infinito.

Descubrir en esta multitudinaria concurrencia una contundente combinación de palabras que deslumbran al describir algo, es un hallazgo claramente enemistado con la frecuencia.

“…una tarde veníamos por una calle arbolada junto a un muro pintado de celeste, al que todavía veo con nitidez y ella me preguntó que libro estaba leyendo…”

Así cuenta el escritor argentino Ricardo Piglia, la situación que vivió al cortejar a una bella mujer llamada Elena y que lo convirtió en lector de literatura para siempre.

¿Qué respondió Ricardo a Elena? Lo sabrán 14 párrafos abajo, la lectura renglón por renglón, promete disfrutar más la respuesta.

Por ahora cabe destacar que Ricardo Piglia fue un conversador de habilidad discreta y efectiva, bien lo ha de saber la ingente cantidad de estudiantes que en tres lustros asistieron a su cátedra en Harvard o en Princeton.

Piglia nació el 24 de noviembre de 1941, en una provincia al sur de Buenos Aires, publicó alrededor de 30 libros, la mayoría ensayos, la minoría novelas. Entre los reconocimientos que obtuvo están los premios Casa de las Américas, Hammet, Rómulo Gallegos y Planeta Argentina.

Tras una prolífica carrera intelectual, en 2014 le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica que tres años después, cuando tenía 75 , lo llevó al final de sus días.

Hubo una vez que tuve la fortuna de platicar con él durante unos minutos, ocasión que ahora atesoro como la pieza más codiciada de una colección inalcanzable.

Sucedió en entrevista durante una de tantas ediciones de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Es común, al llegar a este tipo de citas, que el escritor se encuentre en entrevista previa, al tiempo que otros periodistas esperan turno.

Esta ocasión, contraria a las tendencias de la costumbre, situó en el vestíbulo del Hotel Hilton a Ricardo Piglia solo.

El tema, su libro más reciente, el intercambio de comentarios se dio antes, durante y después de la entrevista, al final todo indicaba que solo cabía la despedida.

Lo que ahora resulta un recuerdo muy especial, incluso más que la entrevista misma, ocurrió en un atisbo de tiempo, ya que Piglia había emprendido la retirada, de pronto se detuvo, pausa abrupta como si una mano invisible lo obligara a desandar el paso y medio dado, se dirigió de nuevo a mí para decir:

“Muchas gracias, pude platicar bien y eso no siempre es fácil, cuando sucede, se agradece”.

Nada más satisfactorio que recibir un halago implícito en el agradecimiento.

Ahora en cada navegación por internet al reencontrar el conjunto de conferencias de Ricardo Piglia sobre Jorge Luis Borges, agradezco la generosidad de Youtube que las mantiene a la vista.

Sin embargo, no solo eso vi en la navegación más reciente, sino que entre los encabezados de los videos de la mencionada plataforma, detecté un contenido que de tiempo atrás ha estado ahí, aunque por alguna razón desconocida, había escapado a mi vista.

Conferencia de Ricardo Piglia sobre los libros de su vida https://youtu.be/TChFlheKBl4

Este video data del 8 de mayo de 2015, sucedió en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a la fecha cuenta con mas de 57 mil vistas.

El encuadre muestra una mesa con micrófonos, el fondo es negro y si no fuera por un halo que simula sol en los rostros, se podría decir que la noche es cacique de este espacio, además, como si Piglia hubiera planeado estar a tono, viste ropa que concentra el tinte de las sombras, en ese entorno penumbroso nada tiene más luz que sus palabras.

Ahí cuenta que tan pronto Elena preguntó que leía, vino a su mente un libro de tapas azules que vio en un aparador, se trataba de La peste de Camus, Elena entonces hizo una segunda pregunta

Me lo prestas?

Así, Piglia puso en marcha la operación “Lector emergente “

Compró el libro, lo arrugó un poco, lo leyó en una noche y al día siguiente se lo prestó a Elena, “…desde entonces -dice el mismo Piglia (y ahí está el video para que lo disfruten personalmente)- si no me engaño, no he hecho otra cosa que leer literatura…”,

La mayor fortuna es poder escucharlo de nuevo y leerlo también.

Hay Piglia para rato o para siempre, cómo para siempre encarnó el hábito de leer literatura.

@PigliaRicardo

@RicardoPiglia

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Autor: Miguel de la Cruz

Miguel de la Cruz, el único periodista de cultura con una trayectoria de más de 30 años en televisión. Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana y colaborador de Canal Once desde diciembre de 1989 hasta la fecha. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán y la plataforma de periodistas culturales Manos libres en el marco de la Filey y el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez que entrega la Universidad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad.

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2 Comentarios

  1. No soy muy buena lectora, pero de un par de meses hacia este momento al leerlo me contagia leer. Gracias por el legado.

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