De México a Saltillo, una feria de libro

La indignación de tantos confirma el dato que reconocemos todos, son menos los malos que los buenos.

Grande cantidad de mensajes solidarios que agradezco mucho.

La evidente molestia de la mayoría ante un ilícito solitario, reconforta.

Si la balanza se inclina con tanta generosidad hacia los ideales del bien ¿Por qué seguimos padeciendo los frutos del mal?

Como si mis pies hubieran perpetrado el robo, recibieron la tiranía del castigo absoluto, al someterlos a una caminata veloz por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México a fin de reponer los implementos mínimos necesarios para la cobertura de la Feria Internacional del libro de Coahuila, compra de pánico en medio de una carrera contra el tiempo que al final del día resultó en una adolorida hinchazón de las extremidades, despojadas ya del calzado, parecían reclamar ¿Yo por qué?

Tortuoso trayecto de la CDMX a Saltillo, la aerolínea que cubre el trayecto decidió cancelarlo en mayo y junio, la alternativa, volar CDMX-Monterrey y vía terrestre Monterrey- Saltillo.

Los aviones hacen fila

El problema no es la variante en la ruta, después de todo, el trayecto Monterrey-Saltillo, aun bajo lluvia, en medio de lo más oscuro de la oscuridad y entre trailers, implica hora y media.

El problema principal es que el avión hace fila con todos los pasajeros a bordo -como debe de ser- y con aire acondicionado con la potencia suficiente para enfriar a una hormiga -como no debe ser-.

“Estamos en la posición 7”, dijo el piloto y se deshizo en disculpas que se repitieron hasta en tres ocasiones… “Ya estamos en la posición 4, perdón por el aire pero ya que estemos en el cielo, enfriará un poco más”, promesa tan inútil, como ofrecer al hambriento quitarle el hambre cuando coma.

Ya en cielo regiomontano, la voz del piloto, una vez más con una mensaje desafortunado…”ahora esperamos que nos den pista” o sea, otra vez en lista de espera. Somos muchos y las pistas pocas.

Aun con todo, bien vale el viaje para encontrar la edición 22 de la Feria Internacional del Libro de Coahuila en 12 mil metros cuadrados del Centro Cultural de la Universidad Autónoma de Coahuila, campus Arteaga, con la presencia de 500 sellos editoriales se revela con personalidad propia, sus invitados de honor, Japón, Sinaloa, El Colegio Nacional y la ACNUR, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Esta tetralogía huésped da sentido al tema que mueve a la feria, Migración: historia e identidad.

Para la anécdota y la reflexión las palabras del excelentísimo embajador de Japón en México en la ceremonia inaugural: “Coahuila es magnífico, pues si bien su superficie total es de 151 mil 500 kilómetros cuadrados, no alcanza la mitad pero si el 40% de la superficie total de Japón”.

Tema quizá para futura historia…


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Autor: Miguel de la Cruz

Miguel de la Cruz, el único periodista de cultura con una trayectoria de más de 30 años en televisión. Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana y colaborador de Canal Once desde diciembre de 1989 hasta la fecha. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán y la plataforma de periodistas culturales Manos libres en el marco de la Filey y el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez que entrega la Universidad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad.

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