Anna Netrebko 10 años después, de vuelta en Bellas Artes
El canto de Netrebko se escuchó el 14 de febrero en Nueva York y su resonancia llegó, vía satélite, entre otros sitios, hasta el Auditorio Nacional en la ciudad de México.
La soprano rusa participó en la ópera Iolanta de Tchaikovsky, dirigida por Valery Gergiev, el director del Teatro Marinsky, el mismo que en una audición descubrió que la chica que hacía limpieza en el teatro tenía dotes operísticos insospechados.
El destino era uno, Anna Netrebko ya estaba confirmada para presentarse el 25 de febrero en el Palacio de Bellas Artes, en el recinto donde había actuado 10 años atrás con la ópera Romeo y Julieta, y al que no pudo regresar, aun con la intención hace unos años.
Las localidades se agotaron, la gran soprano rusa generó tal expectación que Bellas Artes dispuso de la pantalla monumental para colocarla en el reluciente corredor Ángela Peralta, que recién estrenó piso e iluminación, a fin de facilitar la participación del público sin costo.
Como todos esperaban sonó la voz de la soprano lírica con naturalidad extraordinaria. Siempre hubo aplausos de todo el público y cierta reserva ante la inclusión del tenor ruso Yusiv Eyvazov, pareja sentimental de Netrebko a quien muchos no le encontraron grandes atributos vocales.
Al final la ovación hizo salir dos veces a Anna Netrebko y ante la insistencia de los aplausos salió el tenor, aunque todos querían escuchar a la soprano, entonces entonaron un dueto y ella salió a agradecer la euforia del público un par de veces más.
Nada mal hubiera estado que Rolando Villazón con quien tantas veces ha cantado Anna Netrebko hubiera sido la otra parte de la función.
Sin embargo que haya habido ópera dentro y fuera de Bellas Artes con concurrencia significativa es un buen síntoma.
21 marzo, 2015
La presencia de una de las grandes interpretes de todos los tiempos. Voz, Talento y Belleza.