Catrina por un rato migueldelacruzcultura.com

IMG_1188[1]Llevaba el entusiasmo por delante, entre sus disfraces encontró el más adecuado para lograr la semejanza con el atuendo de la Catrina. Pensó en la pintura que venden en el mercado para blanquear su rostro, sin embargo, sólo hubo un tipo de crayón, cuya delgadez no alcanzó a cubrir lo que ella esperaba. El tráfico intenso, varias calles de Polanco cerradas al tránsito vehicular, los estacionamientos llenos y al fin un lugar disponible. El auto en su sitio pero el espejo aun mostraba un rostro incapaz de convencer, era otra cosa lo que ella firmemente quería, ni más ni menos, fondo blanco y adornos definidos, aun así, emprendimos el camino hacia el Teatro Ángela Peralta. Catrinas y catrines circulaban por todas partes, todas y todos rumbo al mismo objetivo.  Al llegar, Andrea encontró en acción un equipo de maquillistas que por $100 pesos convertían todo tipo de facciones en el aspecto rotundo del personaje en cuestión. Ahora, disposición de espera, muchos eran los solicitantes. Tras unos minutos en fila, una brocha recorrió su frente y mejillas, hasta que su piel aparentó ser una superficie de leche, grandes ojeras lilas, una telaraña con finísimos trazos negros y otros adornos que le dieron el aspecto de calavera festiva. Andrea se sumó a 527 rostros de hombres y mujeres que aceptaron participar en el CatrinaFest y así con su intención y facciones ornamentadas, colaboró a romper el record Guinnes de más personas caracterizadas de catrinas o catrines en un mismo sitio. Una fotografía del grupo de participantes, fungió como testimonio del ánimo lúdico compartido. Satisface la transformación aun si es momentánea, satisface más cuando varios persiguen el mismo objetivo y la recompensa crece después de un vistazo al espejo y notar que no es la de todos los días, sino ella y otra más. El misterioso divertimento de ponerse lo que nunca se pone, de parecer lo que no es y aun con todo, la aceptación de todo aquel que se topa con un ejército de Catrinas. La fecha lo explica por sí misma y el contagio alcanza a muchos que deciden pasar de espectadores a protagonistas. La gradería de cemento del Teatro Ángela Peralta se pobló de seres disfrazados y todos con el pensamiento idéntico ser catrín o catrina por un rato. Día de muertos y día de juego en el corazón de Polanco. 

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Autor: Miguel de la Cruz

Miguel de la Cruz, el único periodista de cultura con una trayectoria de más de 30 años en televisión. Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana y colaborador de Canal Once desde diciembre de 1989 hasta la fecha. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán y la plataforma de periodistas culturales Manos libres en el marco de la Filey y el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez que entrega la Universidad de Guadalajara en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad.

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1 Comentario

  1. Una lágrima y una sonrisa al leer la síntesis emotiva de ese día.

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