Cuentódromo migueldelacruzcultura.com

Siempre ha sonado acorde con la energía del tropel apresurado de los pura sangre, la palabra hipódromo.

Dos términos en latín, hipos que significa caballo y dromos que corresponde a camino, en un maridaje idóneo, gesta la combinación de 9 letras con una hache muda, dos vocales y tres consonantes fuertes, para hacer posible el efímero trote fonético a cuestas de la lengua y los labios de quién decida pronunciarlo.

Entre las variantes más conocidas de esta palabra suenan, autódromo que se define por sí misma y  sambódromo, que también sin ayuda se explica y a la que viene bien reconocer la creatividad lingüística que descubrió el efecto descriptivo de un entorno eufóricamente celebratorio, en medio del Carnaval de Río de Janeiro.

Ahora con las vocales y consonantes por el mismo rumbo, en el que han transitado las letras que dieron cuerpo a los anteriores términos mencionados, los organizadores de la edición 35 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, encontraron la combinación adecuada para dar origen a la palabra, cuentódromo.

Serán dos espacios dedicados a esta actividad, donde los especialistas en la narración oral, arrancarán el trote de sílabas y fonemas, a fin de introducirlos en el oído y el entendimiento de los más posibles, al ritmo de sesiones cada hora.

Ferias de libro, van y vienen, tanto como campañas de lectura o dinámicas de narraciones orales y es hasta ahora que en esta Filij que tendrá lugar del 6 al 16 de noviembre en el Centro Nacional de las Artes, se menciona el término infinitamente afortunado.

Afortunado porque resuena y brilla en medio de la marea inquita de ese océano de más de 100 expositores que pondrán a la venta alrededor de 49 mil títulos, procedentes de 374 sellos editoriales.

La programación incluirá 2 mil 500 actividades, mas de mil corresponden a sesiones de talleres en donde mucho tendrá que ver la participación del país invitado de honor, Francia, nación pródiga en la edición de novelas gráficas, de lo que dará muestras abundantes en conferencias y escenificaciones musicales. 

En este festín del libro y la palabra es donde el lenguaje expone la inventiva que dio con el descubrimiento del nuevo término, cuentódromo, que llama a la energía vertiginosa de contagiar velozmente de historias, muchas historias, hora por hora.

Momento de buscar el respaldo de la palabra que al nombrar encauce la energía hacia los fines nobles de la lectura, podría extenderse la intención de organizar un lectódromo en el que se busque el trote que dure y por que no, la carrera que alcance cada vez más palabras.