Hace 14 años en el noticiario matutino

Era un día normal.

Hace 14 años conducía el noticiario matutino de Canal Once.

En la dinámica cotidiana de la emisión, había que hacer una pausa para la entrada de promocionales y en el audífono escuché la indicación desde la cabina, era la voz de Toño Caballero: “Tenemos imagen en vivo de un avión que se estrelló en las torres gemelas de Nueva York, coméntalo para ir al corte”.

Apareció la imagen, un borbollón de humo claro, salía de uno de los dos edificios.

Entraron los promocionales y al regresar, nuevamente Toño y la indicación, “Regresamos con la misma imagen”.

Las torres seguían ahí y una de ellas aun humeante. Mientras trataba de describir lo evidente, se impactó el segundo avión.

Ante lo increíble, la pregunta al aire, dirigida a la cabina ¿Es en vivo? Si, ¿Es otro avión? Sí. Entonces, un comentario inmediato: “Pues esto debe ser un atentado…” al momento, percibí lo precipitado de la afirmación y agregué, “Bueno, habrá que ver pero dos aviones en un mismo sitio con diferencia mínima de tiempo, parece que ya estaba preparado”.

Despedimos la transmisión y mas tardamos en partir que en regresar. Al poco tiempo los medios que continuaron transmitiendo la imagen que llegaba desde Nueva York, mostraron como se desmoronó una de las torres. De nuevo al aire, lo primero, un recuento, después, la imagen en vivo y nada más. No había más, los datos que continuaron llegando, tenían que ver con lo que ya se había dicho, procedencia del vuelo, línea aérea, otros impactos, uno de estos en el Pentágono y el cierre del espacio aéreo.

La movilización fue en aumento en la redacción, llegaron mas conductores de noticias y por primera vez apareció un rostro en internet, procedente de Estados Unidos esa imagen le dio la vuelta al mundo, el nombre en principio parecía impronunciable Osama bin Laden. Hasta antes del ataque a las torres gemelas, nadie había escuchado nada de él. La información decía que tuvo participación tiempo antes en otro atentado, pero en realidad nadie tenía ni la más remota idea de quien se trataba.

Lo imprevisto de la situación, obligó la continuación del noticiario sin datos, sin guión, sin más tema que el mismo. Sin embargo, quienes hacíamos la televisión y quienes la veían, coincidíamos en la necesidad de hacer sentir que estábamos ahí, pendientes de lo que ocurriera, las miles de muertes, las toneladas de escombros, la información por llegar, las historias por conocer.  

14 años han pasado y desde entonces, la ocasión imprevista que obligó a salir al aire lo más pronto posible como aquella vez, ocurrió hace unos meses, un sábado a medio día, la captura del Chapo.

A la vista ya no hay torres y tampoco Chapo, la maldad está libre y la televisión pendiente.