Salí a explorar el ciberespacio con cartas de navegación tan rudimentarias que el trayecto quedó a cargo del azar.
Aún latentes mis intenciones primeras, espero en próximo vuelo, navegar por rumbos que mostrarán un descubrimiento inimaginable.
Sólo adelanto que un breve recorrido virtual por la Real Academia de la Lengua Española, evidencia la inyección de vida que esta institución ha dado a la palabra, al hacerla sonar en video.
Mientras tanto, de una ruta distinta resultó una travesía sorprendente que expone la venta de dos páginas de periódico en $900 pesos.
Desde luego, el precio de la publicación ofertada en Mercado Libre, no viene a cuenta del papel sino de lo que tiene impreso.
Se trata de una reseña de la sección de cultura del periódico La jornada, acerca de un acontecimiento del 25 de septiembre de 1997.
Un poeta sin más compañía que sus palabras, agotó las localidades de la Sala Nezahualcóyotl y de todo espacio disponible en sus alrededores
Pasto, bancas y escalinatas redoblaron su atractivo al tener cerca altavoces que extendieron la voz de Jaime Sabines.
Similar efecto había logrado el poeta chiapaneco en marzo del año anterior, cuando llenó el Palacio de Bellas Artes.
Quien si no él, ha pedido en un poema que Dios bendiga a Dios y antes que promover rezos provocó gracia al referir que ese ser supremo…
“Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien”
Es habitual que en actividades multitudinarias como esta, los organizadores hacen viable el acceso a la prensa, a fin de facilitar la labor periodística, esta vez nada hizo posible que yo entrara.
Horas antes el ambiente en el Centro Cultural Universitario amenazaba pasar de la expectación al caos, todos querían entrar y dentro solo cabían 2 mil 239 personas.
Una vez el cupo lleno, la vuelta al cerrojo de cada puerta, hizo triunfar el orden contra el posible conflicto, aunque eso excluyera al periodista.
Mi arribo no estuvo en sintonía con las circunstancias insospechadas, ocasión tan singular, implicó la inusual anticipación de tres horas.
Sin embargo, estar afuera significó una gran lección, en pleno campus universitario, el entorno ofreció inmejorable cátedra sobre el poder de la palabra, hacia donde la vista apuntara, se transparentaron los detalles más representativos del acontecimiento.
En el exterior, el público remanente que solo alcanzó acceso auditivo, formó parte de un murmullo creciente al repetir a coro Los amorosos, se emocionaron los que decían y los que escuchaban, tanto como el poeta mismo que rondó los linderos del llanto.
No abundan sucesos como este que con claridad contundente, revelan la potencia monumental de la poesía, a condición irrestricta de que logre satisfacer lo que muchos necesitan escuchar.
Cómo si se hubiera prometido que Sabines diría sus poemas al oído, así acudieron tantos para percibir el pulso en cada letra de su palabra viva.
El hecho es trascendente, abundan seres ávidos de poesía para emocionarse pensando o pensar emocionándose, sin embargo, no abundan poetas capaces de satisfacer necesidad como esa.
Dónde están los poetas así?
Quien los encuentra?
Tan memorable es qué hay quien oferta el par de páginas con uno de tantos registros periodísticos sobre aquel momento, a un precio casi 100 veces más de lo que el diario en cuestión costaba en ese entonces.
Que Dios bendiga a Dios.
21 febrero, 2021
Memorable.
21 febrero, 2021
Gracias por hacer sublimes los recuerdos
21 febrero, 2021
Excelente texto ❤️
21 febrero, 2021
Excelente! Gracias emoticón con motivo.