Me di cuenta 20 días después.
El mal es endiabladamente atractivo frente a las bondades del bien.
Quizá esté planteando un tipo de pleonasmo condenable por los puristas del lenguaje, sin embargo, no hay más que decir, así fue.
Retomé el hábito de escribir la columna de este espacio tras el aberrante crimen que ocurrió en Cuernavaca.
Reacción primera, mi hija de 12 años comentó, “Cómo pones eso en una página de cultura, quien se va a acercar a leer eso”
Reacción segunda, mi página por primera vez en este año, rebasó los mil visitantes, algunos, cierto, llegaron a ver la cartelera pero la mayoría llegaron a leer y comentar los trágicos hechos.
Una vez pasado el trance, la siguiente columna alertó en torno al robo que padecí en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes. Nuevamente. las visitas en ascenso.
Cierto es que la tendencia continuó a la alza en las siguientes columnas que aludieron a los temas de la lectura y el premio de Elisa Carrillo. Aun con eso es imposible negar que el detonador primero de la atención hacia la columna fue el análisis sobre la violencia y la cultura.
Mayor sorpresa me causó que 20 días después del inicio de este ciclo de columnas, recordé que un día después del robo de mi equipo en el Palacio de Bellas Artes y antes de ir a comprar lo que me era imprescindible para realizar la cobertura de la Feria de Libro de Coahuila, pasé a un hotel de avenida Chapultepec a entrevistar a integrantes de una compañía rusa de danza clásica.
La entrada del hotel parecía un salón de ensayos improvisado en el que bailarinas y bailarines de cabello rubio y espigadas figuras, hacían ejercicios de calentamiento o estaban en actitud de espera.
Entre los bailarines y la puerta de acceso al hotel, estaba el espacio para dejar el auto a disposición del personal que lo estacionara.
Bajé del auto y cuando casi emprendía el ingreso al vestíbulo, sentí unas palmadas en el hombro, al voltear vi que se trataba de uno de los bailarines que con ademanes me indicaba mirar hacia la puerta de mi auto, ahí descubrí mi cartera en el piso.
Ante la abismal distancia entre su idioma y el mío, el bailarin ruso desprovisto de palabras para hacerse entender, tuvo la infinita generosidad de indicarme con mímica lo que me había sucedido.
Parece simple y no lo es.
Lo que siempre debe ir en la cartera por ser necesario para muchas cosas, de haberse extraviado ahí, habría significado una pérdida de la que aún no me repondría hoy.
Reconozco mi incapacidad de asombro para detectar un acto que estuvo en las antípodas de la malicia del robo del día anterior, de ahí el título de esta columna.
Más allá de nacionalidades y aunque me alumbre el pensamiento 20 días después, es necesario recordar un guiño de la vida que apareció en el momento justo como un llamado para continuar confiando en la bondad de la naturaleza humana.
1 agosto, 2020
Una narración fresca y significativa. Concreta, amena y con un dejo de esperanza entre tanta violencia que se vive hoy en día. Me resultó grato leerte
1 agosto, 2020
Georgina, muchas gracias por visitar mi página y leer mi columna, tus comentarios son muy generosos y si te gustó lo que leiste,te agradeceré se lo comentes hasta a los desconocidos. Saludos.
21 julio, 2020
Ma ha gustado leerte. Me parece una escritura honesta. Tienes una voz distinta, porque narra la experiencia de forma inmediata y no busca la retórica. Muchas felicidades, algo bueno de la cuarentena.
21 julio, 2020
Hola Haydé, muchas gracias por leerme, enterarme cómo te resultó es la única forma de saber si con las letras construyó una vía rápida de comunicación o un camino tortuosamente empedrado
19 julio, 2020
Está columna me hizo pensar en la pregunta ¿la maldad es inherente al ser humano o la aprendemos? Saludos Miguel.
19 julio, 2020
Yo creo que tiene que ver totalmente con la cultura, si asumimos que la cultura es un verbo que indica el proceso por medio del que el humano se cuida así mismo para mantenerse vivo, habrá que ver quién cultiva un proceso para mantenerse vivo independientemente que con el mismo atente a la integridad de los otros.
19 julio, 2020
Mi estimado Miguel me da tanto gusto leer y ver nuevas publicaciones en este tu espacio, hace un tiempo me pareció que lo tenías algo abandonado… Gracias por llenar los espacios con cultura para todos.🙏
19 julio, 2020
Marcela, muchas gracias por tus comentarios. La labor periodística requiere negociar con el tiempo, formas de trabajo que ayuden atender distintos frentes, siempre se puede aunque no siempre se descubre pronto. Saludos
28 mayo, 2019
Hola Miguel, me he interesado en tu quehacer periodístico dedes hace años, de hecho es la razón por la que cree la cuenta en twitter sólo para seguirte. Es estimulante oir tus reseñas y más leer tu columna. Felicidades
5 junio, 2019
Muchas gracias María. Saludos
27 mayo, 2019
Miguel! Interesantísimas tus columnas, reflexionando de lo bueno y no tan bueno que pasa, y el hecho de valorar como a pesar del idioma tod@s nos podemos comunicar a traves de nuestro cuerpo y ayudarnos. A seguir transmitiendo la cultura como bien sabes hacerlo! Un abrazo!
26 mayo, 2019
Hola Miguel, interesantes tus columnas, te mando un saludo y cuidado con tus cosas de valor, que bueno que no desapareció tu cartera
26 mayo, 2019
Tony que sorpresa. Muchas gracias por tu lectura. Saludos
26 mayo, 2019
Buena tarde Miguel, te saludo respetuosamente. Enterarme del momento que viviste a manos de la delincuencia que tanto asedia a los mexicanos. Quiero volver a insistir en pedirte una oportunidad para platicar contigo. Ya que el proyecto que estoy trabajando desde hace algunos años, se basa principalmente en la recuperación de los valores en la sociedad. Solo te pido que me escuches y si después de escucharme, consideras que no sirve mi proyecto. Te aseguro no volveré a interrumpirte.
26 mayo, 2019
Estimado Rogelio, tiempo es lo que falta con frecuencia, he mantenido una dinámica de coberturas fuera de la ciudad a beneficio de la difusión cultural, podrías adelantarme algo de tu proyecto vía correo electrónico? Aquí mi dirección culturaonce@gmail.com
26 mayo, 2019
Mi querido Miguel, disculpa el tuteo, que es respetuoso. Me haces reflexionar sobre lo simple y lo complejo, comp reflejos en el espejo, de realidades simultáneas. Gracias por tus comentarios y reflexiones.
26 mayo, 2019
Mil gracias por tu lectura y te diré el tuteo nos acerca. Saludos