En Puebla, Biblioteca Palafoxiana
Al sitio se le reconoce por el aroma…
Huele a viejo dijo Andrea.
Mi olfato reconoció la madera de cedro, el olfato de ella con la perspicacia de sus 8 años, detectó el tiempo.
Desde hace 368 años, ahí están mas de 45 mil libros antiguos y otros documentos, es la primera biblioteca pública de América, donada en 1646 por el arzobispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza.
A un costado de la catedral sobre la calle 5 oriente, dentro de las instalaciones de la Casa de la Cultura, ahí está la biblioteca Palafoxiana.
El acervo refleja el perfil intelectual de Juan de Palafox, quien contaba con estudios en las universidades de Huesca. Alcalá y Salamanca. Libros sobre temas tan variados como historia natural, liturgia, oratoria sagrada, clásicos y poéticos.
Sitio para admirar, al tiempo que se camina y donde se contemplan los libros cerrados, imposible pensar en la consulta, pareciera que la inmovilidad protege cada volumen y los cientos de años de cada uno corrobora la precaución que impone sólo mirar los lomos sin la más mínima oportunidad de abrirlos y constatar las 14 lenguas en las que están escritos como el latin, hebreo y griego.
Al centro de la multitud bibliográfica se exponen distintos documentos con información de cada uno, como un murmullo que informa, parte del contenido en dos pisos de estantería.
La monumentalidad del saber rigurosamente ordenado y la posibilidad de la permanencia de la palabra escrita, parte de los temas a reflexionar ante este selecto conjunto de libros que desde 1981 está catalogado como Monumento Histórico de México y desde 2005 como parte del programa Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Huele a viejo, tiene razón Andrea… pero difícilmente sería molesto, mas de uno quisiera por lo menos una vez el etéreo extracto de ese efluvio del tiempo entre los libros propios.
3 febrero, 2015
Muchas felicidades!
Disfruto enormemente tu sección cultural en Canal Once. Un abrazo
3 febrero, 2015
Muchas gracias estimada Elena, a la orden. Saludos